Los Bengals, de Cincinatti, son una verdadera incógnita. Cuentan con una de las peores defensivas, recibe en promedio 32 puntos por partido, cifra que denota su altísima fragilidad defensiva, pero tiene a los mejores jugadores ofensivos de la Liga, receptores excelentes, un mariscal de primera y un gran corredor. Entonces todos los partidos se tiene la esperanza de que la secundaria rival no podrá contra los pases de Carson Palmer a Chad Johnson y T. J. Houshmandzadeh, y que posiblemente permitan yardas por los acarreos de Rudi Johnson.
Esta Semana 4 se paraban los Patriots, de New England, en la otra esquina del cuadrilátero. Un equipo que se caracteriza por contar con una defensiva de hierro, el mariscal más ganador de los últimos tiempos, el mejor receptor de la Liga y, probablemente, el Head Coach más inteligente; hablamos de Tom Brady, Randy Moss y Bill Belichick, respectivamente. Juntos significan la amenaza más importante para cualqueir equipo en la actualidad, ganaron los 4 partidos que llevan jugados, anotando en promedio por encuentro 35 puntos y recibiendo tan solo 12.
Este lunes se enfrentaba un equipo muy completo contra uno con muchas necesidades en su escuadra defensiva, que ha utilizado primeras selecciones para reforzar esta faceta de juego, pero que todavía no ha logrado resultados con su actual Coordinador Defensivo, Chuck Bresnahan. Para colmo, no pudo contar con su corredor titular, Rudi Johnson, y tuvo que recurrir al backup Kenny Watson. Aquí va una breve síntesis del encuentro entre Patriotas y Bengalíes, triunfo 34 - 13 de la visita.
La primera mitad no tuvo dominadores, inclusive se podría decir que Cincinatti no dejó jugar demasiado a New England, interceptando una vez a Tom Brady a través de Leon Hall. Pero igualmente los Patriots encontraron el camino para ponerse al frente con dos pases de anotación de su mariscal a manos de Randy Moss y Mike Vrabel, este último impresionante en su estadística como ofensivo: tiene 9 recepciones de TD sobre 9 recepciones totales en su carrera, 100 por 100 de efectividad, manos seguras en primer y gol. Luego descontó Cincinatti con un TD de T. J. Houshmandzadeh, el único del partido.
La segunda mitad, Brady jugó su partido, pasó para un TD más a Moss (totalizó 102 yardas y 2 TDs), y corrió con Sammy Morris hasta conseguir una anotación más. En cambio, Cincinatti no estuvo sólido en la zona roja y sólo pudio convertir a través del pie de Shayne Graham, con dos goles de campo. El partido estaba terminado cuando Stephen Gostkowski anotó su segundo gol de campo en el último parcial, dejando muy lejos a los impotentes Bengals.
La figura de este encuentro fue Sammy Morris, de los New England Patriots. Este corredor venía repartiéndose los acarreos con Laurence Maroney con mucha efectividad, aprovechó la ausencia por lesión del runnerback titular y tuvo un gran partido. Recibió 15 yardas y corrió para 117, anotando también un TD por esa vía. Fue la segunda vez que superó las 100 yardas en seis temporadas y realmente viene impresionando positivamente en lo que va de esta temporada, corriendo del foco al corredor titular, Maroney, que está decepcionando por su escasa efectividad.
En términos de franquicias, la conclusión que sacamos es muy clarita para uno y muy confusa para el otro: los Patriotas vienen con récord perfecto (4-0) y es imposible no imaginarlos en el Super Bowl; a diferencia de los Bengalíes (1-3) que, si quieren ingresar a la postemporada, deberán mejorar muchísimo en el aspecto defensivo o, en su defecto, hacer más puntos que el rival descuidando este aspecto, como lo hicieron con los Cafés hace dos semanas, protagonizando un verdadero shootout que tranquilamente los pudo haber tenido como ganadores. Todavía tenemos esperanzas de que pueden ganar su división, más teniendo en cuenta que los Steelers (3-1) perdieron el invicto con los Cardinals esta semana y los Ravens (2-2) perdieron con los Cafés (2-2). La semana que viene descansan, quizás allí encuentren nuevamente el foco.
Esta Semana 4 se paraban los Patriots, de New England, en la otra esquina del cuadrilátero. Un equipo que se caracteriza por contar con una defensiva de hierro, el mariscal más ganador de los últimos tiempos, el mejor receptor de la Liga y, probablemente, el Head Coach más inteligente; hablamos de Tom Brady, Randy Moss y Bill Belichick, respectivamente. Juntos significan la amenaza más importante para cualqueir equipo en la actualidad, ganaron los 4 partidos que llevan jugados, anotando en promedio por encuentro 35 puntos y recibiendo tan solo 12.
Este lunes se enfrentaba un equipo muy completo contra uno con muchas necesidades en su escuadra defensiva, que ha utilizado primeras selecciones para reforzar esta faceta de juego, pero que todavía no ha logrado resultados con su actual Coordinador Defensivo, Chuck Bresnahan. Para colmo, no pudo contar con su corredor titular, Rudi Johnson, y tuvo que recurrir al backup Kenny Watson. Aquí va una breve síntesis del encuentro entre Patriotas y Bengalíes, triunfo 34 - 13 de la visita.
La primera mitad no tuvo dominadores, inclusive se podría decir que Cincinatti no dejó jugar demasiado a New England, interceptando una vez a Tom Brady a través de Leon Hall. Pero igualmente los Patriots encontraron el camino para ponerse al frente con dos pases de anotación de su mariscal a manos de Randy Moss y Mike Vrabel, este último impresionante en su estadística como ofensivo: tiene 9 recepciones de TD sobre 9 recepciones totales en su carrera, 100 por 100 de efectividad, manos seguras en primer y gol. Luego descontó Cincinatti con un TD de T. J. Houshmandzadeh, el único del partido.
La segunda mitad, Brady jugó su partido, pasó para un TD más a Moss (totalizó 102 yardas y 2 TDs), y corrió con Sammy Morris hasta conseguir una anotación más. En cambio, Cincinatti no estuvo sólido en la zona roja y sólo pudio convertir a través del pie de Shayne Graham, con dos goles de campo. El partido estaba terminado cuando Stephen Gostkowski anotó su segundo gol de campo en el último parcial, dejando muy lejos a los impotentes Bengals.
La figura de este encuentro fue Sammy Morris, de los New England Patriots. Este corredor venía repartiéndose los acarreos con Laurence Maroney con mucha efectividad, aprovechó la ausencia por lesión del runnerback titular y tuvo un gran partido. Recibió 15 yardas y corrió para 117, anotando también un TD por esa vía. Fue la segunda vez que superó las 100 yardas en seis temporadas y realmente viene impresionando positivamente en lo que va de esta temporada, corriendo del foco al corredor titular, Maroney, que está decepcionando por su escasa efectividad.
En términos de franquicias, la conclusión que sacamos es muy clarita para uno y muy confusa para el otro: los Patriotas vienen con récord perfecto (4-0) y es imposible no imaginarlos en el Super Bowl; a diferencia de los Bengalíes (1-3) que, si quieren ingresar a la postemporada, deberán mejorar muchísimo en el aspecto defensivo o, en su defecto, hacer más puntos que el rival descuidando este aspecto, como lo hicieron con los Cafés hace dos semanas, protagonizando un verdadero shootout que tranquilamente los pudo haber tenido como ganadores. Todavía tenemos esperanzas de que pueden ganar su división, más teniendo en cuenta que los Steelers (3-1) perdieron el invicto con los Cardinals esta semana y los Ravens (2-2) perdieron con los Cafés (2-2). La semana que viene descansan, quizás allí encuentren nuevamente el foco.