jueves, 13 de septiembre de 2007

Estado de Shock: la lesión de Kevin Everett

El ala cerrada de los Buffalo Bills, Kevin Everett, sufrió la peor de las lesiones en su partido contra los Denver Broncos del domingo. En la patada que dio inicio a la segunda mitad del encuentro, Dominic Hixon (DEN) atrapó el ovoide y corrió hacia adelante, lo esperaba Everett, quien le cruzó el casco contra uno de sus hombros para hacer la tackleada. En ese instante cayó al piso inconsciente y no se movería por varios minutos.
Los entrenadores y cuerpo médico de los Bills decidieron no moverlo hasta que reaccionara. Era todo tristeza en Buffalo, y los jugadores se reunieron alrededor del cuerpo para hacer una plegaria antes de que retiraran al jugador en una ambulancia.
Pero el proberbio musical dice "el show debe continuar", y el novato corredor de los Bills, Marshawn Lynch, hizo un partidazo que casi le regala la victoria a Everett y a su equipo, en un durísimo match-up como es Denver (top 3 de mejores defensivas). Perdieron en el último segundo gracias una asombrosa ejecución de gol de campo de Jason Elam, quien se redimió tras fallar dos previamente, convirtiendo el más importante desde 42 yardas para darle el triunfo a su equipo 15 a 14.
Hay varias cuestiones para comentar respecto a la situación que se generó en el enfrentamiento entre Bills y Broncos, pero entre ellas dos fundamentales: (1) ante una lesión casi seguida de parálisis ¿se puede seguir con el partido? (2) el casco ¿es un arma o una protección?
Primera pregunta. Nosotros creemos que el partido debe continuarse, pese al estado emocional de los jugadores. En automovilismo, cuando hay un accidente grave la carrera continúa, porque en los deportes de alto riesgo se sabe que esas son las condiciones: si un compañero estuvo cerca de morir, hay que seguir. Pero lamentablemente la decisión de continuar con el partido no tiene una justificación deportiva, sino más bien comercial. Acá lo que cuenta es el segundo de publicidad, el encendido de televisores mientras está el cuerpo en el piso, no importan ni la salud de la familia del lesionado, ni la voluntad de los jugadores (ver encuesta en página principal).
Con respecto a la segunda inquietud, no hay dudas de que el casco es una protección. No puede ser utilizado como un arma, porque las consecuencias pueden ser fatales. Tal es el caso de Everett, quien quiso emplear su casco para hacer una tackleada, en vez de su hombro, y se desplomó en el piso inconsciente. Hoy Everett, con tan solo 25 años de edad, está retirado del fútbol profesional por una irresponsabilidad.
Cuando se pensaba Everett jamás volvería a caminar, la noticia de ayer, 12/09, fue que Everett evolucionaba con sorprendente velocidad y, aparentemente, su capacidad motriz no se vería afectada en un 100 por 100. De cualquier forma, el Dr. Gibbons (a cargo) fue muy cauto al ser preguntado ál respecto y sentenció: "No apostaría en contra". De cualquier forma, la situación de Everett no puede dejar de ser una advertencia para todos, los que alentamos las jugadas espectaculares en detrimento del físico de los jugadores y nos olvidamos que debajo de esos trajes hay seres humanos. Desde este espacio nos sumamos a la cadena de oración, rezamos por tu salud y la de tu familia, para que en poco tiempo te podamos ver sentado en la platea alentando a los Bills.
Quien quiera enviarle un mensaje de apoyo lo puede hacer desde http://www.buffalobills.com/KevinEverett.jsp o por carta a la siguiente dirección: One Bills Drive, Orchard Park, NY 14127 (Attention: Kevin Everett).

Fuentes: NFL.com, bills.com